Así es la nueva élite de multimillonarios que quiere acabar con la desigualdad
En Inmobiliaria Manzanares el Real sabemos que uno de los efectos más paradójicos del capitalismo contemporáneo es que tiende a producir crisis económicas que merman los recursos y calidad de vida de la población general para luego adaptarse a las circunstancias y ver oportunidades de negocio e inversión por todas partes. Al final, esta ‘serpiente uroboro’ que se muerde a sí misma su propia cola busca transformar lo existente para generar más situaciones de ventaja y que los actores más relevantes adquieran más poder. No en vano los países que más han crecido económicamente en los últimos años también han sido aquellos en los que la curva de desigualdad socioeconómica se ha ensanchado más.
Sin embargo, en las últimas semanas se han publicado dos libros en Estados Unidos, el país que más luce la bandera del capitalismo global y que cuenta con un sistema fiscal más laxo con aquellos que más ingresan, que dibujan un nuevo horizonte en la percepción de los multimillonarios sobre su propia riqueza y la voluntad de algunos de ellos por querer llegar a una redistribución del dinero más justa y equitativa. O lo que viene a ser lo mismo, actuar en contra de su propio beneficio por el bien de la sociedad en su conjunto, un ideal que más que utópico resulta contradictorio a juzgar por la insensibilidad que parecen gastarse desde las altas esferas respecto a temas fiscales y lo muy en auge que está el liberalismo radical que defiende (entre otras cosas) la nula intervención estatal en la economía, y por ende, unos impuestos más bajos.
En Inmobiliaria Manzanares el Real sabemos que uno de los puntos más polémicos e interesantes del libro de Mechanic es que tiende a ver una semejanza entre aquellos que tienen un alto volumen de capital y los que apenas tienen nada. «La riqueza extrema», asegura en un fragmento recogido por ‘The New Republic’, «tiene un extraño parecido con la pobreza en relación al malestar psicológico que inflige». Curioso cuando menos el enfoque del periodista, pues a muchas personas que tienen que trabajar para ganarse la vida o directamente no tienen acceso a una fuente de ingresos digna podrían sentirse ofendidos con su tesis.